El profesor Marlon, dirigiendo a su orquesta y coros del Programa hospitalario
La Navidad en Caracas es muy alegre. En el Hospital de Niños J.M. de los Ríos se celebra todo el mes. Se reúnen los equipos de trabajo en comidas colectivas, con música, intercambios de regalos y baile. Una de las celebraciones más lindas y sentidas fue el concierto navideño  de los integrantes del Programa Hospitalario de la Fundación Musical Simón Bolívar http://fundamusical.org.ve/
El profesor Marlon comenzó hace más de un año junto con varios colegas músicos y docentes del famoso Sistema de  orquestas y coros  lideradas por el maestro José Antonio Abreu, a enseñar música a los niños y adolescentes pacientes del Hospital. El programa se extendió al personal que labora en el centro de salud y vemos que se han integrado: médicos, enfermeras, docentes, voluntarios y otros profesionales a los estudios musicales. Cantan, estudian solfeo, tocan instrumentos que son proporcionados por Fundamusical. Los alumnos se reúnen por las tardes en los diferentes espacios hospitalarios para practicar guiados por sus profesores. En la mañana los docentes de música llegan hasta los hospitales de día donde los niños con cáncer, con enfermedades renales u otras afecciones agudas o crónicas, reciben tratamiento. Mientras la quimioterapia entra a su cuerpo, o son dializados, van practicando, tocan el cuatro, la flauta, el violín  y cada maestro de música con una paciencia infinita corrige, repite, indica hasta que sale el sonido deseado. Ya estamos acostumbrados a encontrar en el rincón más insólito a un niño tocando el violín y al serio profesor Marlon dirigiendo, o a escuchar a la profesora de cuatro tomando lección a sus alumnos. Son varios profesores jóvenes y talentosos.


Han ofrecido varios pequeños conciertos en actos del hospital en el auditorio o en los Servicios Médicos y en otros hospitales como el Cardiológico Infantil.
Pero el gran concierto fue el 2 de Diciembre en la Sala Simón Bolívar en la sede de FundaMusical. Tocaron, cantaron villancicos y parrandas. También nos contaron historias de Navidad y nos alegraron el alma.



Este pequeñito que perdió su brazo por un cáncer, fue una de las estrellas que más brilló. Tocó el xilófono y el cajón con su mano y los pies y lo disfrutó.


Cada uno de los cantores y de los músicos se lucieron como el director. Pero quién más disfrutó fue el público que aplaudió hasta lograr el bis de la parranda que dice:
Cuando no salga  la luna ae
Cuando no canten los gallos
Yo te daré mi canto,  
Mi canto será un cielo estrellado.....

La profesora de cuatro, Ambar Manzano ,y sus alumnos
El coro del Hospital de Niños y las niñas de la casa de Santa Mónica en el concierto navideño.
 Así recibimos de estas hermosas personas, la esperanza,  cuando no nos salga la luna y en esa oscuridad tengamos que enfrentar  una situación difícil. Gracias a estos niños y adolescentes, que están transitando por enfermedades crónicas o agudas, a sus médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud que los están ayudando a sanar,  por  sencillamente disfrutar, cantar, tocar y regalarnos un cielo estrellado en esta Navidad.