España
Granada
norte
El día que pasamos en Granada fue como una fiesta: intenso, alegre, caluroso, lleno de luz, colores, jardines, fuentes, cantos, asombro y magia entre las casas cuevas de los gitanos en el barrio del Sacromonte y la ciudadela de La Alhambra. Asi quedamos también: cansadas, agotadas pero satisfechas y felices de regreso a Málaga en autobus.
Importante: Comprar las entradas a la Alhambra con dias de anticipación. Lo hicimos por Internet. Hay muchos, muchos turistas y puede ser que no consigas entradas disponibles en taquilla si quieres comprarlas el mismo día.
Llegamos a la terminal de autobuses y contratamos ahí mismo un guia
turístico. Fue una buena decisión. Teníamos compradas con antelación
las entradas para la Alhambra para la tarde así que hicimos el
recorrido a pie comenzando por la Plaza de Santa Ana, subiendo en autobus público hasta el Sacromonte o Sacramonte, territorio gitano. qué hacer en Granada
La guía nos fue contando tantas historias de gitanos, de los supiros del rey moro al abandonar Granada, de tesoros escondidos por los esclavos en las cuevas, de la evolución de la educación entre los gitanos, de la ciudadela de la Alhambra con el palacio de invierno a pocos metros, de la Sierra Nevada y muchísimas cosas más.
Terminamos exhaustas bajando por el Paseo de los Tristes(era el camino al cementerio) bordeando el rio Darro. Pues es un lugar alegre, escuchamos los cantaores de flamenco, vimos a las familias reunidas, a los novios paseando, a los adolescentes en manadas disfrutando el aire libre y la naturaleza.
Las entradas eran para las 2: 30 de la tarde pero sugerían llegar antes. Las filas de turistas son larguísimas para entrar pero fluyen. Es una invasión al sitio más visitado de España y con razón. La Alhambra es una ciudadela, con palacios, jardines, alcazaba, hotel, calles y servicios públicos. Nos rendimos ante tanta belleza. Mirabamos techos, columnas, arcos, mosaicos, fuentes, tapices, jardines, murallas, caminerías, pisos y buscabamos un rinconcito, un segundo para una foto que no estuviera con los mil turistas por metro cuadrado que la ocupamos día tras día.
Mi lugar preferido: los hermosos y extensos jardines y la huerta. Ahora
entiendo a las princesas moras que pasaban días y días soñando en el
jardin o apaciguando el mal de amores por el moro ausente. Pienso romanticamente pero vaya una a saber como era la vida en las cortes árabes o españolas, las intrigas, las guerras, los desalojos, los matrimonios arreglados, el trabajo duro de los esclavos y artesanos en La Alhambra.
Frente a la Alhambra de Granada
27/7/14
Los jardines de la Alhambra |
Importante: Comprar las entradas a la Alhambra con dias de anticipación. Lo hicimos por Internet. Hay muchos, muchos turistas y puede ser que no consigas entradas disponibles en taquilla si quieres comprarlas el mismo día.
Septiembre mes de bodas en Granada |
Las calles de Granada |
La guía nos fue contando tantas historias de gitanos, de los supiros del rey moro al abandonar Granada, de tesoros escondidos por los esclavos en las cuevas, de la evolución de la educación entre los gitanos, de la ciudadela de la Alhambra con el palacio de invierno a pocos metros, de la Sierra Nevada y muchísimas cosas más.
Vista de la Alhambra desde el barrio del Sacromonte |
cactus español |
Las casa cuevas de los gitanos |
En el camino del Sacromonte |
La Alhambra de Granada
Las entradas eran para las 2: 30 de la tarde pero sugerían llegar antes. Las filas de turistas son larguísimas para entrar pero fluyen. Es una invasión al sitio más visitado de España y con razón. La Alhambra es una ciudadela, con palacios, jardines, alcazaba, hotel, calles y servicios públicos. Nos rendimos ante tanta belleza. Mirabamos techos, columnas, arcos, mosaicos, fuentes, tapices, jardines, murallas, caminerías, pisos y buscabamos un rinconcito, un segundo para una foto que no estuviera con los mil turistas por metro cuadrado que la ocupamos día tras día.
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