Camila y Alison son tempraneras cuando viajamos y esto siempre nos ofrece muchas ventajas como conseguir donde estacionar el auto, disfrutar del frescor de las mañanas de verano y menos turistas.
Al entrar al rancho vimos que había mucho por hacer y recorrer en este festival. Era el comienzo de la cosecha de lavanda y nos fuímos directo a los sembradíos. Hay una muestra de los diversos tipos de lavanda con flores azules, moradas o grises como la lavanda inglesa que usaba mi papá.
El entorno invita a la calma y la serenidad. Comenzamos el recorrido a pie por los campos olorosos, con abejas zumbando y turistas haciendo fotos.
Mapa en mano decidiendo a donde ir |
Un lugar ideal para las fotos en familia |
También se puede hacer el recorrido en carretas tiradas por caballos percherones hermosos y bien cuidados
Trenzando la cola del percheron |
Hay diversos talleres como el de la elaboración de aceite de lavanda.
Taller de elaboración de aceite de lavanda |
La oferta de productos de lavanda es muy variada |
Se come al aire libre, bajo los olivos, en frente de la banda de música y la oferta de productos naturales elaborada con lavanda es muy variada: helados, limonadas, cocteles, quesos, panes, aceites, jabones, cremas, postres, cerveza, coronas, ramitos, miel y otros más. Los niños cuentan con actividades como un zoologico de contacto, los paseos en las carretas, elaboración de coronas y la señora Lavanda.
En la tardecita se puede tomar el té con pastelitos bajo los árboles. Con mesas vestidas de manteles de tela y tacitas preciosas.
Al final del día, olorosas a lavanda, relajadas y serenas regresamos a Los Angeles con un sueño más cumplido.
No hay comentarios.
Publicar un comentario