Pescando en las playas de Río Chico |
Sabe más que pescado frito es un refrán venezolano y el pescado se come con la mano es otra recomendación popular que me encanta seguir. Comer pescado frito con la mano, separando la piel y la "carne" de la columna hasta dejarla limpia como le gusta a Don Gato y su Pandilla, saborear de a poco ese pescado fresco con limón a la orilla de la playa, sentir el crujir de un buen toston de plátano entre maduro y verde haciendo maridaje con una buena bebida fria es un placer casi celestial. Se escucha el mar de fondo, el ruido del oleaje, el viento fuerte o calmo, el graznido de las aves que vuelan ensayando formaciones, se cansa el guia, cambia el rumbo y otro queda adelante. Los pelicanos se lanzan de cabeza al mar y emergen con su pez en el buche, las gaviotas planean con sus alas extendidas y quedan inmoviles en el aire, los cangrejos corren de medio lado, los niños elevan papagayos, juegan con la arena, corren olas, los adultos tumbados al sol o a la sombra, a veces buscando guacucos, conchas marinas o bañandose largamente hasta que el sol se pone. Los artesanos venden zarcillos, pulseras, tobilleras, collares elaborados con escamas de pescado, conchas marinas, trozos de corteza de coco, las señoras y niños de la zona ofrecen conservas de coco o empanadas.
Puedes elegir tu pescado |
La costa mirandina es extensa y llena de sabores. Río Chico sabe: a pescado frito, a toston, a empanada de camarones, a sancocho, a lebranche mariposa, a coco, a cocada con hielo y leche condensada, a aguacates, a mangos, a cacao, a lechoza, pumagas, a cerveza fria, piña colada, ron, a jugos de frutas densos y sabrosos.
Vendedor de pescado |
No hay comentarios.
Publicar un comentario