Llegamos en tren a Málaga desde Barcelona. En mi mente había imaginado el viaje viendo el mar Mediterráneo por casi 6 horas pero el tren iba por los rieles tierra adentro: Barcelona, Tarragona, Lleida, Ciudad Real, Córdoba y Málaga entre otras. El poblado que más me impresionó por su nombre y lo que evoca  fue: La Mancha, ahí donde vivía el hombre que nunca perdió la esperanza, el cincuentón  Don Quijote, hace 409 años. Valió la pena el viaje por: Cataluña, Aragón, Castilla La Mancha y Andalucía para  ver de nuevo  al Mar Mediterráneo en su Costa del Sol.
 Llegamos a la estación María Zambrano y tomamos un taxi al hotel Petit Palace. http://www.petitpalaceplazamalaga.com/ y hete aquí que el hotel está en el bulevar Larios con la esquina del pasaje Chinitas, vías peatonales. Caminamos arrastrando nuestras maletas unos pocos metros hasta encontrar el hotel. 
Comenzó nuestro  idilio con Málaga ahí mismo en el bulevar, calle Larios:  amplio, luminoso, con pisos de lozas de mármol, grandes tiendas, heladerías y sede de actividades diurnas y nocturnas. Cuando el sol arrecia, lo cubren con telas que atraviesan de lado a lado de la calle.

verano en Málaga
Las playas de Málaga

Edificios bellos en Málaga


semana de la moda Málaga
La semana de la moda en la noche malagueña en la calle Larios
Comenzamos a ver Málaga desde el segundo piso los autobuses turísticos rojos  http://sientemalaga.com/buses-turisticos-en-malaga/ que pasan cada media hora, hacen un recorrido de 1:30 hora por la ciudad y te puedes bajar en el sitio que desees de la ruta y subirte otra vez durante 24 horas. Además te dan audífonos y puedes ir escuchando las historias de cada sitio. Vi la empinada calle Amargura  y cuando algo me lleve "por el camino de la amargura" la recordaré.

Así llegamos al Castillo y a la Alcazaba en el Monte Gibralfaro . http://www.malagahistoria.com/malagahistoria/alcazaba.html

¡¡¡ Y esas son murallas, qué trabajo, que anchas y fuertes!!! Desde esas murallas contemplamos Málaga. Nos adentramos en la Alcazaba  entre jardines, recintos amplios, frescos, espejos y pilas  de agua de estilo árabe y esas piedras  nos hablaron de  siglos y siglos de historias de  árabes y cristianos.


La Alcazaba
Murallas del Gibralfaro en Málaga
Murallas del Castillo de Gibralfaro

Eva fotógrafa  https://www.flickr.com/photos/46110222@N06/

En la noche nos esperaba Eva acompañada de sus hijos adolescentes y su mamá. Eva, fotógrafa amiga del grupo Camaradas, docente de inteligencia artificial en la universidad, con sentido del humor, organizadora nata, pone orden en el grupo de 30 fotógrafos y nos empuja con nuevos retos hasta donde puede. 
Decidimos ir a cenar en la playa y partimos en auto hacia Torremolinos. En 5 minutos llegamos y comenzamos a caminar entre el mar y los conjuntos de apartamentos, hoteles, y restaurantes para turistas sin prisas, quemados por el sol, sentados con la calma del que ya está retirado del trabajo y huye del frío  del norte. Alison, Camila y Eva caminaban adelante, parloteando en inglés y Lara y Pablo,  los adolescentes, se quedaron con su abuela y conmigo. La mamá de Eva vivió en su años mozos en Venezuela así que fuimos cruzando historias entre España y América, mientras soltaba datos geográficos, meteorológicos e históricos de Málaga y su alrededores. Me enseñó sobre los vientos del levante y del poniente y de la lógica de sus nombres. El viento del levante viene del este, por donde sale o se levanta  el sol y el viento del poniente del oeste por donde se pone el sol. Seguimos conversando, el sol se fue, no tome fotos y cuando me di cuenta estaba con las manos sumergidas en un acuario lleno de pececitos que te hacen la manicura. La idea fue de Lara con esos ojos verde alga, ese cabello dorado de sol y rizado de viento y mar. Llegamos a la playa y nos conseguimos con el esposo de Eva en el restaurant, (ya me dirá ella como se llama).  Pablo,adolescente, sereno, hermoso y fuerte pidió varios platos para todos: espeto de sardinas, coquinas, boquerones, adobo y otras delicias de peces y mariscos. Las sardinas son clavadas o espetadas  en  varas metálicas y asadas en brasas extendidas sobre una barca en tierra.http://www.cosasdemalaga.com/2012/10/la-historia-de-los-espetos-de-sardinas.htmlhttp://www.comidasmagazine.com/es/secciones/kitchens/un-relaxing-espeto-de-sardinas-en-las-playas-de-malaga/ Nos comimos todo, los chicos morían de sueño, era su primer día del colegio, el viento soplaba y quedamos agradecidas de ese momento con sabor marino con la familia de Eva. 

Cómo en un libro de Teo

Vivimos varios días en Málaga. Desayunamos un día en "La Canasta"http://www.lacanasta.es/la-canasta/, en el balcón del segundo piso mirando a la Plaza Constitución. Entre café con leche, dulces y croissants mirábamos pasar  a los habitantes de la ciudad. Camila se acordó de los libros de Teo de su infancia. Pasábamos horas con mis hijos leyendo, viendo y detallando los libros de Teo con ilustraciones a doble página llenas de situaciones y detalles y la plaza Constitución parecía salida de una de esas páginas.
 Las creadoras de Teo y su familia fueron tres ilustradoras de Barcelona bajo el seudónimo de Violeta Denou http://www.teo.es/es/quienes-somos.

Málaga

Desde Málaga emprendimos viaje a varios sitios por autobús: las playas de Nerja y la ciudad de Granada.
Las chicas se montaron en las bicis, cortesía del hotel y se fueron de playa. Yo me quedé buscando las historias de Eva y su mamá en el centro de Málaga. Fui al mercado  Mercado de Atarazanas ahí almorcé parada pescado frito y cuando fui a escoger la fruta en uno de los puestos me regañaron. No se toca, me dijo la vendedora. Es así en Málaga, no se si en toda España. Tu pides la fruta o lo que sea y te llevas lo que te den. Pasé por el teatro romano, que me contó Eva, que descubrieron cuando iniciaron las obras para hacer los jardines de la casa de la cultura. Con los años la excavación se amplió y emergió el teatro del siglo I antes de Cristo. Con tanta historia en sus entrañas ha sido muy difícil concluir las obras del metro.
El hotel  Petit Palace ofrece a sus huéspedes bicicletas
Otro día paseamos por el puerto, saboreamos con placer los helados de mojito que sólo venden a los adultos,  disfrutamos del cielo azul, el clima cálido, las playas mansas, los chiringuitos, la comida, los cucuruchos de almendras que venden en las esquinas, el alboroto de los loros http://www.diariosur.es/v/20110801/malaga/decada-cotorras-20110801.html,  los naranjos en la vía pública, los chupitos de vino, las vidrieras y fuimos de compras. Aprendimos  a pedir un nube o un sombra. Café con leche si tiene poco café y mucha leche: nube y con un poco más de café: el sombra.
En la tarde nos llegamos al Museo Picasso quien nació en Málaga http://museopicassomalaga.org/. Precioso lugar con una luz hermosa y cálida que alberga en sus paredes  obras de Picasso.
En la nochecita Eva llegó para irnos de tapas. Nos llevó a dos de sus lugares preferidos donde comimos hamburguesa de rabo de toro realmente exquisitas acompañadas de vino. Nos dio la receta de los langostinos o camarones al pil pil (picantes), hablamos de la docencia e investigación, de los viajes por hacer, me regaló el nombre del color amarillo que se usa en las paredes de Andalucía: el albero, nos contamos esas pequeñas grandes cosas que guardamos las mujeres para esos momentos  y nos despedimos con la certeza de que algún día aquí o allá nos vamos a sentar en una mesa a compartir la vida un ratico.