El 24 de Diciembre del 2009 viajamos en grupo familiar hasta el Hato Piñero en el Estado Cojedes para pasar los días de la Navidad. Eramos 17 personas entre niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. Las reservaciones se realizaron con anticipación pues la casa de huéspedes del Hato Piñero sólo alberga alrededor de 22 personas. El Hato queda a cinco horas de Caracas por tierra pero también se puede llegar por avioneta. Si tienen pista de aterrizaje en esas 75.000 hectáreas de Hato Piñero. Era época de sequía y eso nos dió la oportunidad de ver la espléndida fauna del lugar.
Llegamos al atardecer y cruzando el portón principal del Hato Piñero comenzamos a ver zorros pequeños, gavilanes, guacamayas y otras aves volando, venados hasta que llegamos a la vieja hacienda. La casa de huéspedes se encuentra al lado y estaba vacia y silenciosa. Al raaaaaaaaaato salieron los empleados y comenzó la acomodación en las habitaciones. Era víspera de Navidad y el personal era escaso pero luego de instalados nos sirvieron una cena sabrosa y variada. Te sientes como en casa. Puedes hacer uso de todas las instalaciones, la bebida incluyendo cerveza, agua y licores nacionales es gratis y disponible siempre.  
El paquete incluye: alojamiento, dos paseos diarios a caballo o en camión, tres comidas, bebidas y guia turístico. Cómo era Navidad tuvimos la suerte de recibir como regalo a un conjunto de música llanera que tocó con alma, vida y sombrero la noche del 24 de Diciembre. Para sorpresa nuestra, las muchachas que se ocupaban del comedor eran estupendas cantantes y bailarinas de joropo y acompañaron a los músicos en canto y baile.

La vieja casa de la familia Branger está al lado y aún se pueden ver a través de las ventanas, las fotos y muebles familiares
Los paseos
Estuvimos cuatro días y tres noches. Recorrimos caminos diferentes cada díaen camiones abiertos acondicionados para ver el paisaje, la fauna y flora. También se puede hacer el paseo a caballo

Debes llevar sombrero, gorras y lentes para protegerte del sol, pero bien sujetos porque el camión es descubierto. Es bueno utilizar protector solar, ropa fresca de manga larga, pantalones largos y untarte protector contra los zancudos.
El chofer y ayudante cargan una cava con hielo, agua y refrescos para todos. En el camión hay un palo con un imán que tiene una cuerda que ata el destapador de botellas. En el imán quedan atrapadas las tapas  de manera que no quede nada contaminante en las miles de hectáreas. En una oportunidad se cayó un envase pequeño plástico y el chofer se detuvo hasta que el ayudante lo recuperó y colocó en la bolsa de basura del camión.

La Fauna

Los Chiguires o Capibaras

Vimos cientos de chiguires en los pozos de agua. Las chiguiras paren de a cuatro chiguiritos y se juntan para darles un buen baño. Así que hay muchas guarderías de chuiguiritos .

Caimanes muchísimos y los puedes ver tan cerca como quieras

Las Aves
El Hato Piñero es especialmente rico en aves. Poseen una estación experimental de observación de aves y periodicamente dictan cursos sobre el tema. Vimos cientos de aves, con espectaculo incluido. En una oportunidad alzaron el vuelo y volaron juntas realizando giros inesperados. El guía nos iba diciendo los nombres de las especies y las caracterísitcas para identificarlos: garza rosada pico pala, garzón soldado, gavilán pitavenado, atrapamosca, duende, carrao,  oripopo, ictibio, alcaraván y muchos más.
Ictibio
Garzón soldado


El Hato Piñero es un ecosistema diverso moldeado por el hombre y la actividad ganadera.
Se ha preservado la naturaleza, la fauna y la flora. En la época que fuimos, la sequía era tenaz. El agua para uso doméstico se trasportaba desde los pozos  en pequeños camiones cisterna y la luz se generaba por plantas eléctricas propias. Ni una basurita en  miles de hectáreas. Nos cruzamos con bandas de monos, bueno, ellos nos encontraron a nosotros, así como nosotros finalmente la última noche logramos ver a un cunaguaro tomando agua. 
En la mañana el guía atrapó una bella culebra grande y amarilla y finalmente la soltó en la base de un gran árbol, allí quedo ella.
Tan sólo a cinco horas de Caracas por tierra llegamos a este hermoso lugar, sin teléfonos, televisores e internet. Sólo los jóvenes con sus modernos celulares se comunicaban con el mundo mientras todos disfrutabamos de la inmensidad, de los animales, de la comida y de la siesta después del almuerzo y antes del paseo de la tarde.