Capadocia
Turquía
Valle de las Hadas
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Capadocia
25/4/10
Chimeneas de las hadas
Hace mucho mucho tiempo algunos volcanes erupcionaron y cubrieron los valles de magma. El agua, los vientos, los cambios de temperatura y la mano del hombre fueron erosionando y moldeando la región de Capadocia en la Anatolia Central en Turquía. Se necesitaron millones de años para lograr estas formaciones y la presencia del hombre está documentada en esa región desde 6.200 años antes de Cristo. Se encontró un mural en la ciudad neolítica de Catalhoyuk que se considera la primera pintura mural del mundo y se puede observar la decoración de la viviendas en esa época. El mural está en Ankara en el museo de las civilizaciones.
Así que muchos hombres y mujeres han pasado por esta región como: los asirios, los hititas, los persas, los cristianos, los macedonios, los bizantinos, los cruzados, los selyúcidas y los otomanos y ahora nosotros los turistas. Capadocia estaba en la ruta de la seda, los primeros cristianos se refugiaron entre las cuevas y construyeron o habitaron ciudades subterráneas que hoy en día son posibles de visitar.
El hotel cueva en Goreme
Nosotras, mi hija y yo, decidimos visitar Capadocia y realizamos en Internet la reservación del hotel y de los vuelos. Elegimos el Hotel Kelebek http://kelebekhotel.com en Goreme y un vuelo de Turkish Airlines www.turkishairlines.com de Estambul a Kayseri.
Desde la página web del hotel cueva seleccionamos la habitación número 20 por un costo de 55 euros por noche por habitación para dos personas incluyendo el desayuno y contratamos el transporte del aeropuerto al hotel(10 euros por persona) y la reservación para el vuelo en globo (150 euros por persona)
El vuelo al atardecer por un cielo límpido y azul duró una hora desde Estambul hasta Kayseri y fue el más tranquilo de mi vida. Las personas del hotel nos esperaban en el aeropuerto, cartelito en mano y recorrimos una hora por carretera hasta llegar a Goreme. Llegamos con al atardecer y nos sentíamos en medio de un paisaje lunar. Los hoteles, posadas, casas y negocios están construidos entre las formaciones rocosas y levantan y adosan paredes de bloques construidas por esa misma tierra volcánica. El clima es de desierto, calor en el día y frío en la noche pero en las habitaciones la temperatura es perfecta. Lo mejor del hotel: la calidez de la gente hace que los huéspedes se sientan como en casa. El desayuno es variado y suculento en el comedor al aire libre o en el salón cerrado según su gusto y el clima.
El baño turco o haman
Si usted va a Turquía debe tomar un baño turco. Nosotras lo hicimos en el Hotel Kelebek la primera noche que llegamos. Separamos el turno y a la hora en punto nos llevaron al haman, con luces tenues con una gran base octogonal de mármol en el centro del baño. Nos quitamos la ropa y nos dieron dos toallas de colores y pasamos al vapor. Al rato nos indicaron que pasaramos a esa base octogonal y comenzaron los masajes en medio de una nube de espuma. Con delicadeza pero con seguridad nos masajearon todo el cuerpo, la cara, el cuero cabelludo,los pies, las manos, nos frotaron para remover la piel muerta, alternaban los masajes con agua a dos manos, una con caliente y otra con fría. Realmente una experiencia sublime.
Salimos como entre nubes y pedimos una comida exquisita para dormir plácidamente, felices en nuestra habitación de piedra en Capadocia. El amanecer nos trajo la primera sorpresa del día, decenas de globos aerostáticos se elevaban en el cielo.
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Piérdase en Estambul Compras
18/4/10
Una de las ventajas de Estambul, especialmente de Sultanamet es que hay tanto que ver y hacer que usted simplemente puede perderse, caminar, vagar y seguro va a encontrar algo interesante, bello, antiguo, con historia, algo que mirar, comprar, fotografíar, comer y disfrutar.
Este es el mausoleo de un sultán y sus familiares cerca de la Mezquita Azul y Santa Sofía.
Las Fuentes
Visitamos Estambul a comienzos de Octubre y el clima estuvo espectacular, soleado casi siempre y algunos días nublados con poca lluvia y calorcito. Vimos numerosas fuentes públicas que proporcionan agua a quien la necesite.
La comida
Las compras
El Bazar Egipcio: mi preferido
En el Gran Bazar - Kapali Carsi, en Sultanamet es el más grande y conocido de Estambul. Realmente tiene precios para turistas. En un área cubierta de ochenta calles aproximadamente hay 4.500 puestos de venta de: joyería en oro, plata, narguiles o pipas de agua, piezas de ónix, cajas de madera con incrustaciones de nacar, vestidos para danza árabe, ojos turcos en vidrio o plástico en la forma que quiera: adornos, pulseras, llaveros, copias de bolsos y carteras de marcas, copias de relojes de marcas, pashminas en seda y en algodón, lámparas multicolores, perfumes, dulces turcos entre otros. Los vendedores son hábiles conocedores de la fisionomía de los turistas y preguntan en el idioma correspondiente a la nacionalidad del turista. Casi siempre aciertan y pueden negociar en varios idiomas exitosamente.Los precios se manejan fundamentalmente en euros y también en dolares y liras turcas. Así que preparese para manejar el cambio oficial que todos conocen y consultan a diario en la prensa o en las casas de cambio disponibles por la ciudad y en las entradas del Gran Bazar. Te recibem liras turcas, euros o dolares al cambio oficial del día.
Por supuesto usted está comprando a un turco, debe regatear es parte del encanto de la compra. Acepte la mejor sonrisa, el delicioso te de manzana, la prueba de los dulces turcos pero mantenga su oferta.
El Bazar Egipcio o de las Especies
Un día veníamos autobus de los suburbios de Estambul y nos bajamos en el muelle de Eminonu frente del puente Gálata y comenzamos a caminar por esas callecitas transitadas por pobladores locales y sin turistas. Conseguimos las calles de los mayoristas y compramos a muy buen precio y al mayor: ojos turcos en vidrio de diferentes tamaños, chocolates, delicias turcas o lokum, frutos secos, vasitos de vidrio con su platico de cerámica para el te, alfombras re baratas, por supuesto tejidas industrialmente, (las hechas a mano son otra calidad y precio), narguiles, una hermosa caja estuche de madera con incrustaciones de nacar para el bagamon y una maleta. Llegamos al Bazar egipcio siguiendo estas callecitas y el olor a las especies se te queda por siempre en la memoria. Son otros los precios en este Bazar.
Camila se enamoró perdidamente de las lámparas de colores y en un puesto del bazar estuvo tres horas pensando, hablando con los vendedores, pidiendo que le armaran una lámpara de seis colores diferentes. Probó todos los colores, los largos de las cadenas, los topes de las lámparas, la complacieron tres señores que estuvieron hasta que ella estuvo satisfecha y radiante con su lámpara. Por supuesto el bazar ya había cerrado pero nadie parecía tener prisa, embalaron cuidadosamente la lámpara en una gran caja y nos acompañaron hasta el metro cargando ellos la caja. Es la prueba del espiritu de los turcos resumido en un lema del Sultán Abdulmecid escrito en el escudo de la puerta de Nuriosmaniye del Gran Bazar: Dios quiere al que hace negocios.
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Santa Sofía: Basílica Bizantina, mezquita otomana y museo republicano
12/4/10
La iglesia, mejor la basílica de Santa Sofía fue construida en el año 538. Cuando la toma de Estambul en 1543 por parte de los otomanos la convirtieron en mezquita hasta que el presidente Ataturk en 1934 ordenó que se transformara en museo recuperando muchos de los mosaicos bizantinos que habían sido cubiertos por los otomanos. Se imaginan todo lo que tiene que contar esta bellísima construcción...
Fue construida por el emperador Justiniano, bueno realmente por más de cien mil obreros y cien capataces que trabajaron arduamente durante cinco años.
Afortunadamente el día que visité la mezquita, mi cámara fotográfica se dañó y tuve que ver bien con los ojos y grabar en la memora utilizando todos mis sentidos.
Afortunadamente el día que visité la mezquita, mi cámara fotográfica se dañó y tuve que ver bien con los ojos y grabar en la memora utilizando todos mis sentidos.
La iglesia es enorme, bella, construida en marmol y se puede seguir la ruta de los mosaicos bizantinos en recuperación, ver las hermosas caligrafías doradas escritas en árabe, quedarte de pie, en el segundo piso, en el lugar donde la emperatriz seguía las ceremonias religiosas, cerrar los ojos y ponerse en su lugar, ver un un rincón en el piso la tumba de Dándolo el veneciano ciego y anciano que siguió a los francesces e ingleses de la III cruzada en 1204. Los cruzados saquearon los tesoros de la iglesia en nombre de la cristiandad. Realmente Dándolo se fue con los cruzados por que quería asegurarse que le pagasen el transporte y las provisiones que él les había dado en Venecia.
Fatih Sultan Mehnet el conquistador de Estambul gastó gran parte de su fortuna para convertir a Santa Sofia en mezquita y lo logró. Arrancaron las cruces de las paredes, cubrieron para fortuna nuestra, los mosaicos con capas finas de cal, construyó un mirab, el minarete y la escuela coránica.
Desde 1934 Santa Sofía es museo y se restauraron los frescos donde podemos algunas de la primeras imágenes de Cristo.
Santa Sofía impresiona, es hermosa, enorme y amigable. Te cuenta los secretos de sus paredes, de los hombres y mujeres que reverenciaron a Cristo o a Mahoma, de emperadores romanos que caminaron por su nave central, de cruzados codiciosos que robaron los mosaicos dorados de pisos y paredes, de miles de creyentes musulmanes o cristianos que oraron en este recinto sagrado. Aprendes y te maravillas de ver al lado de una imagen de Cristo un verso en árabe del Corán tan hermosos el uno como el otro. Santa Sofía nos enseña que somos hermanos.
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